Visita de la Infanta Cristina. El día después

El día después: Ya relajados y satisfechos, hoy continuamos impresionados por el descubrimiento de la entrañable presencia de la Infanta Dña. Cristina, de su amabilidad, del cariño que ha demostrado a cada uno de nuestros chicos y la atención a cada una de nuestras familias y amigos.

Y es que Dña. Cristina jugó con los bebés a su altura (que ya es difícil), se rió a carcajada con los niños en las aulas, escuchó interesadísima a los alumnos del Centro Ocupacional y saludó a cada uno de los padres, madres y amigos que se acercaron hasta ella.

Sabíamos que iba a ser un día especial y, desde luego, lo ha sido; ha sido también un día en el que hemos hecho un gran descubrimiento, la inmensa humanidad de Su Alteza Real la Infanta Cristina y, aunque ya se lo hemos dicho personalmente, hoy aquí queremos repetirlo:

Gracias por haber venido, gracias por habernos escuchado y abrazado, gracias por Su apoyo, que nos dará ánimos a todas las familias que ayer pudimos comprobar que no estamos solas, que cada vez son más los que nos conocen y nos quieren y que a este gran grupo se nos ha unido una persona muy importante y de gran corazón, la Infanta Cristina.

Gracias.

© Agencia EFE

Discurso de la Presidenta, Josefina Soria, con motivo de la visita que leyó en el acto del descubrimiento de la placa conmemorativa.

Alteza Real, autoridades y amigos:
Hace poco más de un año abríamos las puertas de este nuevo centro con el que tanto habíamos soñado. Desde entonces, parece que no solo se nos han abierto sus puertas, sino muchas más. Unas que se ven: las de las instituciones, de otras asociaciones, de muchas más familias y de toda la sociedad almeriense; otras invisibles pero que nos resultan tan necesarias o más que aquéllas: las puertas del interés por nuestra realidad, de la unión de voluntades en nuestro apoyo, de la aceptación como iguales, de la amistad, de la oportunidad.

Todas esas puertas abiertas quedaron patentes hace pocos días en el acto de inauguración de este centro. Ahora, comenzamos este año 2008 abriéndolas de nuevo para celebrar este entrañable acto tan deseado y querido por todos, para celebrar la visita de Su Alteza Real la Infanta Doña Cristina.

Y es que, mientras en nuestra ciudad se consolidaba este nuevo edificio, en nuestro interior y en el de todos nuestro hijos con Síndrome de Down crecía un anhelo compartido: recibir la visita que hoy estamos celebrando, vestirnos de gala y disfrutar con Su presencia, trasladarle nuestras esperanzas, ilusiones y realidades con la seguridad de que seremos apoyados y animados a continuar avanzando, a no desfallecer ni retroceder por causa del miedo o el cansancio.

Porque, como siempre tenemos que tener presente, sus necesidades, sueños y objetivos, son los mismos que los nuestros, y que todos ellos, todas las personas con Síndrome de Down, mediante el apoyo necesario, la atención personalizada, la aceptación en la comunidad y la oportunidad... serán capaces y disfrutarán de una vida propia llena de contenidos que habrán ido eligiendo ellas mismas.

El camino es largo y, a veces, tortuoso y para andarlo nuestros hijos necesitan nuestra ayuda, la de todos los que hoy estamos aquí presentes: la de sus familias que adoptamos decisiones sobre sus vidas, la de sus amigos que influimos en ellos, la de los profesionales que los atendéis y los voluntarios que los apoyáis, la de las administraciones competentes en la defensa del disfrute de sus derechos, la de la comunidad en la que todos convivimos. Vamos a prestarle esa ayuda, a continuar animándolos, restando miedos, escuchándolos, conociéndolos y respetando sus decisiones; vamos a apostar por su libertad y su independencia que desde luego alcanzarán si a cada uno de ellos les prestamos el apoyo justo que necesitan.

Y todo esto es lo que queríamos trasladar hoy a S.A.R. La Infanta Doña Cristina, así como que tenga la seguridad de que hoy es un día especial para nuestros hijos, un día en el que se sienten importantes pues la Infanta Cristina viene solo por ellos, a verlos a ellos, es un día en el que las miradas se centran en ellos y no son miradas de curiosidad al verlos diferentes sino de amor y cariño por verlos como son, como bebés, como niños, como jóvenes, como adultos... como personas. También queremos trasladarle nuestro infinito agradecimiento por el interés y generosidad que con su visita nos ha demostrado y un último deseo, el mismo que los chicos han pedido para este nuevo año....

......Que nos veáis como iguales y nos queráis como iguales, porque así es como nosotros os vemos y os queremos.

Gracias.